La cueva santa está
situada en el termino de Fuente la Higuera (Valencia), en el monte capurutxo.
Para acceder a el hay que salir de la nueva autovía por la primera salida de
Fuente la Higuera que vemos dirección Valencia. Estamos en la antigua nacional
y justo antes de llegar a las primeras naves del polígono sale un camino a la
izquierda que nos lleva rectos a un antiguo depósito de agua y a la valla del ferrocarril,
que seguiremos hasta un puente por el que cruzamos al otro lado de las vías.
Seguimos el camino por la ladera del capurutxo hasta una casa con la valla
nueva pegada a la pista, una rampa de hormigón impreso sube hasta la puerta y a
su lado sale una senda sin indicadores que sube a la cima y a una caseta
forestal. Subimos esta senda ente pinares y poco después de pasar cerca de unas
paredes vemos otra senda que sale a nuestra izquierda y que seguimos hasta un
gran pino que indica la boca de la cavidad.
La boca es grande y la cierra un
antiguo cercado de piedra para el ganado, como es habitual en algunas cavidades
de la zona. Pasamos por la puerta del cercado bajando el escalón de un metro
entre ramas de los pequeños árboles y maleza que crecen en el amplio porche de la
cueva. Desde esta sala denominada de los bloques, podemos adentrarnos en la
cueva o bien entre los grandes bloques o por la izquierda siguiendo una amplia
galería que también va a la sala de los pozos, situada al fondo de la cavidad.
Como
hemos quedado con dos compañeros de Elche que también venían a hacer la cueva,
Jaume y Vicente, decidimos que ellos equipen un pozo y nosotros el otro. Así
podemos hacer los dos y ganar bastante tiempo, ya que, sin ser complicados,
tienen mas de sesenta metros cada uno. Nos ponemos manos a la obra y empezamos
a equipar el pozo Albacete desde un natural con una cinta para aproximarnos a
la cabecera, ya que su inmediata caída aconseja hacerlo así. Usamos una sola
cuerda de ochenta metros.
Encontramos la instalación con espit y parabolt en
buen estado, montamos la cabecera del P42 y empezamos el descenso hasta una
pequeña repisa donde fraccionamos cómodamente. Seguimos la bajada fraccionando
tres veces mas hasta llegar al fondo, a una rampa ascendente de poco mas de un
metro de anchura. Sin soltarnos, descendemos un poco y encima de un bloque
empotrado fracciono otra vez. Una vez debajo del bloque, veo que también se
puede pasar por debajo y fraccionar de un parabolt que desde arriba no se ve,
ahorrando cuerda. Aquí hay varias instalaciones en ambas paredes, yo elegí la
de la derecha para montar la cabecera del P23. Siguiendo el descenso salimos a
la gran sala que marca el final del pozo, que nos sorprende por sus grandes
dimensiones comparada con el resto de la cavidad. Solo nos queda fraccionar una
vez más y disfrutar de los últimos metros volados del descenso. La gran sala
tiene unas bonitas coladas, en el techo a gran altura, vemos una gran piña de
murciélagos. Hacemos algunas fotos y empezamos el ascenso en busca de nuestros
compañeros, nos espera todavía el pozo de los lamentos. Otra vez en la sala de
los pozos donde esperan nuestros compañeros, empezamos el descenso de “los
Lamentos”. Desde otro natural con cinta, nos acercamos asegurados a la cabecera
del P24 que descendemos volados hasta una muy resbaladiza rampa de barro. Entre
formaciones bajamos otro pequeño pozo de unos cuatro mts. Nos soltamos de la
cuerda y vemos un parabolt oxidado en una gran estalagmita enfrente de
nosotros, que no usaremos ya que podemos bajar los cinco mts de desnivel por
una rampa a la que accedemos por un pequeño agujero justo debajo de la cuerda
que acabamos de bajar. Este pozo está mucho más húmedo y resbaladizo que el
Albacete. En pocos metros de galería estamos en la cabecera de la siguiente
vertical. Hay que hacer un pequeño pasamanos y enseguida vemos una pequeña
gatera vertical que pasamos justos pero sin problema. Después de esta estrechez
el descenso se hace cómodo otra vez ganando amplitud, fraccionamos sobre
bloques y llegamos al fondo del pozo.
Esta sala es de menores dimensiones que la del Albacete, pero hay bastante más humedad y formaciones. Subimos la gran rampa con cuidado ya que resbala bastante, para admirar en su parte más alta la mayor concentración de formaciones de la cueva. Merece la pena el esfuerzo de subida ya que es una bonita sala. Vemos también entre formaciones la entrada a la gatera que baja al siguiente pozo de veinticinco mts, y que descartamos hacer desde el principio por el exceso de tiempo que nos llevaría. Con estas dos bonitas bajadas ya hemos disfrutado suficiente por hoy. Empezamos el ascenso y superamos la estrechez vertical con relativa facilidad, para encontrarnos que la salida de la cabecera nos cuesta bastante más. La cuerda tira de nosotros hacia la parte estrecha de la grieta, y después de una buena sudada probando de distintas formas, subimos en oposición el tramo final.
Ya solo nos
queda subir el bonito volado entre formaciones y reunirnos todos en la sala de
los pozos. En la sala, organizamos el material y guardamos las cuerdas en las
sacas para salir de la cueva al ventoso y frio día que ha salido hoy. Ya en los
coches nos despedimos de nuestros compañeros Jaume y Vicente con los que hemos
compartido una buena jornada de espeleo. Y dar las gracias también a Quite y
Jannes por organizar esta salida a cueva Santa.
PEDRO HERRERO
GARCIA.
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