domingo, 28 de enero de 2018

CUEVA SANTA

     La cueva santa está situada en el termino de Fuente la Higuera (Valencia), en el monte capurutxo. Para acceder a el hay que salir de la nueva autovía por la primera salida de Fuente la Higuera que vemos dirección Valencia. Estamos en la antigua nacional y justo antes de llegar a las primeras naves del polígono sale un camino a la izquierda que nos lleva rectos a un antiguo depósito de agua y a la valla del ferrocarril, que seguiremos hasta un puente por el que cruzamos al otro lado de las vías. Seguimos el camino por la ladera del capurutxo hasta una casa con la valla nueva pegada a la pista, una rampa de hormigón impreso sube hasta la puerta y a su lado sale una senda sin indicadores que sube a la cima y a una caseta forestal. Subimos esta senda ente pinares y poco después de pasar cerca de unas paredes vemos otra senda que sale a nuestra izquierda y que seguimos hasta un gran pino que indica la boca de la cavidad. 

     La boca es grande y la cierra un antiguo cercado de piedra para el ganado, como es habitual en algunas cavidades de la zona. Pasamos por la puerta del cercado bajando el escalón de un metro entre ramas de los pequeños árboles y maleza que crecen en el amplio porche de la cueva. Desde esta sala denominada de los bloques, podemos adentrarnos en la cueva o bien entre los grandes bloques o por la izquierda siguiendo una amplia galería que también va a la sala de los pozos, situada al fondo de la cavidad. 
    Como hemos quedado con dos compañeros de Elche que también venían a hacer la cueva, Jaume y Vicente, decidimos que ellos equipen un pozo y nosotros el otro. Así podemos hacer los dos y ganar bastante tiempo, ya que, sin ser complicados, tienen mas de sesenta metros cada uno. Nos ponemos manos a la obra y empezamos a equipar el pozo Albacete desde un natural con una cinta para aproximarnos a la cabecera, ya que su inmediata caída aconseja hacerlo así. Usamos una sola cuerda de ochenta metros. 
   Encontramos la instalación con espit y parabolt en buen estado, montamos la cabecera del P42 y empezamos el descenso hasta una pequeña repisa donde fraccionamos cómodamente. Seguimos la bajada fraccionando tres veces mas hasta llegar al fondo, a una rampa ascendente de poco mas de un metro de anchura. Sin soltarnos, descendemos un poco y encima de un bloque empotrado fracciono otra vez. Una vez debajo del bloque, veo que también se puede pasar por debajo y fraccionar de un parabolt que desde arriba no se ve, ahorrando cuerda. Aquí hay varias instalaciones en ambas paredes, yo elegí la de la derecha para montar la cabecera del P23. Siguiendo el descenso salimos a la gran sala que marca el final del pozo, que nos sorprende por sus grandes dimensiones comparada con el resto de la cavidad. Solo nos queda fraccionar una vez más y disfrutar de los últimos metros volados del descenso. La gran sala tiene unas bonitas coladas, en el techo a gran altura, vemos una gran piña de murciélagos. Hacemos algunas fotos y empezamos el ascenso en busca de nuestros compañeros, nos espera todavía el pozo de los lamentos. Otra vez en la sala de los pozos donde esperan nuestros compañeros, empezamos el descenso de “los Lamentos”. Desde otro natural con cinta, nos acercamos asegurados a la cabecera del P24 que descendemos volados hasta una muy resbaladiza rampa de barro. Entre formaciones bajamos otro pequeño pozo de unos cuatro mts. Nos soltamos de la cuerda y vemos un parabolt oxidado en una gran estalagmita enfrente de nosotros, que no usaremos ya que podemos bajar los cinco mts de desnivel por una rampa a la que accedemos por un pequeño agujero justo debajo de la cuerda que acabamos de bajar. Este pozo está mucho más húmedo y resbaladizo que el Albacete. En pocos metros de galería estamos en la cabecera de la siguiente vertical. Hay que hacer un pequeño pasamanos y enseguida vemos una pequeña gatera vertical que pasamos justos pero sin problema. Después de esta estrechez el descenso se hace cómodo otra vez ganando amplitud, fraccionamos sobre bloques y llegamos al fondo del pozo. 

   Esta sala es de menores dimensiones que la del Albacete, pero hay bastante más humedad y formaciones. Subimos la gran rampa con cuidado ya que resbala bastante, para admirar en su parte más alta la mayor concentración de formaciones de la cueva. Merece la pena el esfuerzo de subida ya que es una bonita sala. Vemos también entre formaciones la entrada a la gatera que baja al siguiente pozo de veinticinco mts, y que descartamos hacer desde el principio por el exceso de tiempo que nos llevaría. Con estas dos bonitas bajadas ya hemos disfrutado suficiente por hoy. Empezamos el ascenso y superamos la estrechez vertical con relativa facilidad, para encontrarnos que la salida de la cabecera nos cuesta bastante más. La cuerda tira de nosotros hacia la parte estrecha de la grieta, y después de una buena sudada probando de distintas formas, subimos en oposición el tramo final. 
   Ya solo nos queda subir el bonito volado entre formaciones y reunirnos todos en la sala de los pozos. En la sala, organizamos el material y guardamos las cuerdas en las sacas para salir de la cueva al ventoso y frio día que ha salido hoy. Ya en los coches nos despedimos de nuestros compañeros Jaume y Vicente con los que hemos compartido una buena jornada de espeleo. Y dar las gracias también a Quite y Jannes por organizar esta salida a cueva Santa.   



PEDRO HERRERO GARCIA.

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