La sima de la higuera se
encuentra en el término municipal de Carcelén (Albacete). Por la carretera Ayora – Carcelén,
nos salimos en la aldea de Juan Gil y vamos dirección al Molinar, pasamos el
cruce con el cartel del molinar ignorándolo y seguimos adelante sin abandonar
la pista principal, tomando los cruces a la derecha siempre, vemos un pequeño
cartel que indica “deposito de incendios”
antes de llegar al pie de los molinos del parque eólico. Continuamos por
la pista en buen estado hasta llegar al cortafuegos donde hay un pequeño
ensanche para aparcar. A unos veinte mts bajando esta la boca de la cavidad. 
Como su nombre indica hay
una higuera en la entrada y sus zarzas respectivas, pero se accede sin
problemas a una corta rampa hasta unos bloques donde vemos ya unas placas de
parabolt a nuestra derecha, las ignoramos ya que se destrepan los dos mts
escasos sin problemas, llegando a un rellano con un tronco de pino travesado, a modo de barandilla en la cabecera del primer
pozo.
A nuestra izquierda vemos
unos parabolt también con placa puesta que nos servirán para montar el primer
pozo. Pasamos el tronco y montamos un pasamanos entre las grandes formaciones
hasta llegar a la cabecera, donde se monta con un nudo en doble gaza, con otro
fraccionamiento posterior, llegamos al
fondo de este pozo entre abundante goteo sobre nuestras cabezas.
Como las topografías vistas eran contradictorias
en cuanto a la profundidad de los pozos, nosotros optamos por una cuerda de veinticinco
mts para el primer pozo y una de sesenta para el segundo.
Estamos en una amplia sala y enseguida vemos
la corta pero incomoda gatera, justo al lado de donde tocamos suelo, la pasamos
sin problemas y ya estamos en la repisa viendo una gran sala, ponemos dos
cintas a sendos puentes de roca y llegamos asegurados a la cabecera del pozo
donde hay dos parabolt y algún espit. Cuando vamos a montar la cabecera nos
llevamos la sorpresa de que solo hay una placa puesta y nos damos cuenta que
los parabolt que equipan la cavidad son de ocho mm, solo disponemos de tuercas
de diez. Ningún problema, ya que un bonito espit antiguo pero en buen estado
salva la situación.
Una vez montada la cabecera empezamos a bajar
hasta el primer fraccionamiento unos dos mts por debajo, nueva sorpresa, solo
hay un parabolt de ocho mm y un espit totalmente inservible, no queda más
remedio que poner un anti-roce y seguir unos dos mts mas hasta el siguiente
fraccionamiento. Este si está equipado con un espit en buen estado que nos deja
en el fondo de la gran sala.
Sería muy importante seguir unas normas para
equipar las cavidades y así todos saldríamos beneficiados y evitaríamos tener
que llevar material de más, supongo que las federaciones las tendrán.
Una vez en el fondo de la sala subimos ayudándonos
por una cuerda fija que a modo de pasamanos nos deja en una zona de bloques, si
seguimos subiendo admiramos unas grandes estalagmitas de más de tres mts, llegando a la parte más alta de la sala.
Bajamos al grupo bloques y vemos el fondo de la sala muy concrecionado, lo
pasamos con precaución para no romper las delicadas formaciones del techo
sumamente bajo, accediendo a una corta pero preciosa galería muy concrecionada
con toda clase de espeleotemas, excéntricas, pequeñas banderas… todo eso que
nos hace amantes del mundo subterráneo.
Después de un rato
disfrutando de la gran sala iniciamos el ascenso de esta bonita cavidad.
Pedro Herrero
García
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