viernes, 1 de marzo de 2019

SIMA DE LA MIELERA (ALBACETE)

   La sima de la Mielera se encuentra en el termino municipal de Bogarra (Albacete). Situado en el incomparable paisaje de la sierra de Segura, este bonito pueblo esconde entre sus densos bosques de pinos laricios esta pequeña joya subterránea.
   Esta discreta cavidad, comparada con otras de mucha mayor profundidad y complejidad del cercano parque de los “Calares y la Sima” no desmerece para nada dedicarle un día a su visita. Veremos que la calidad no está reñida con la profundidad y grandes recorridos de sus vecinas. Una sima para disfrutarla por su belleza, sencillez y comodidad que hace de su recorrido una verdadera gozada. Recomendamos para su visita seguir las indicaciones del club Viana, muy bien explicadas y al que agradecemos una vez más su contribución a la difusión del mundo subterráneo. 

  Cruzamos el pueblo buscando el puente del río y empezamos a ascender la montaña entre pinos y algún pequeño olivar, buscando el collado por donde pasamos al otro lado de la montaña. Seguimos bajando ahora por la pista en regular estado, pero apta para un turismo hasta llegar a un cruce a la izquierda que tomaremos. Esta pista esta un poco peor que la anterior, la seguiremos hasta el punto donde las coordenadas de Viana nos dicen donde aparcar en la izquierda del camino. Nos equipamos allí mismo ya que la boca de la cavidad queda muy cerca del aparcamiento, unos diez minutos. Desde el coche seguimos un camino muy poco transitado que nos adentra en el pinar, veremos un claro a nuestra izquierda donde encontraremos senderos con hitos que nos llevan ladera abajo a la amplia boca de la sima. 
  Entramos a la inclinada sala donde antaño los lugareños se proveían de miel en los panales que aquí había. A nuestra izquierda tenemos una columna donde anclamos ya la cuerda antes de bajar el escalón que nos deja en la empinada rampa del primer pozo de dieciocho metros. Como somos muchos decidimos hacer dos grupos, unos instalaran el pasamanos que nos llevara a una pequeña sala muy concrecionada mientras los otros descienden el primer pozo. 
  El pasamanos de unos diez metros nos deja sobre la salita donde ya vemos el pequeño lago y admiramos su esplendor. Un pequeño agujero bajo un escalón de roca entre las bonitas concreciones que nos rodean nos deja tras unos dos metros de vertical sobre la sala propiamente dicha.
  La gran belleza de la salita es solo un anticipo de lo que esta cavidad esconde en su interior, y que nos ira mostrando de manera abrumadora durante su visita. Una gran columna preside el centro de la salita con su pequeño lago, abundantes espeleotemas la tapizan completamente y además un amplio balcón nos permite ver casi toda la gran sala con sus paredes cubiertas de grandes formaciones que descenderemos a continuación.
  Volvemos por el pasamanos hasta la cabecera del pozo e iniciamos su descenso, ya en el segundo fraccionamiento quedamos sorprendidos por una inmensa colada que tenemos a nuestro lado y bajamos el volado seguidos por grandes banderas que parecen querer moverse siguiendo nuestro descenso. Desde el pedregoso suelo donde tocamos fondo todavía se ven más impresionantes sobre nuestras cabezas. Subimos la rampa de piedras del fondo y entramos en la pequeña sala que queda fuera de la vista desde abajo. 
 Las grandes dimensiones de las formaciones no dejan de llamar nuestra atención, una gran colada parietal cuelga de las paredes con múltiples y caprichosas formas moldeadas durante siglos en carbonato cálcico para nuestro actual deleite y disfrute. Todavía sorprendidos por la grandeza de lo visto, buscamos la continuación pasando bajo la gran colada al lado de donde tenemos la cuerda de bajada, trepamos entre corales unos dos metros y llegamos a una ventana donde vemos una anilla con químico. Solo vemos este anclaje y unos parabolt enfrente que parecen de alguna practica de rescate.
   Empezamos el descenso del amplio pozo de treinta y cinco metros también muy concrecionado, con dos fraccionamientos estamos bajo. Hacemos un pequeño péndulo para evitar llegar al fondo donde según la topo debería haber un lago, pero actualmente esta seco. Una sala grande y de techo descendente y con el suelo cubierto de guano se abre ante nosotros, también vemos algunos murciélagos que revolotean entre las formaciones. La abundancia de guano nos hace suponer que una gran colonia de estos fascinantes animales, encontramos algunos a los que procuramos no molestar mientras fotografiamos la sala. 
  Esta zona tiene más humedad que el resto de la cavidad, se aprecian goteos, pero el lago seco y las salas anteriores también sin rastro de humedad indican un largo periodo sin aportes de agua del exterior. Esperamos encontrar en la próxima visita a este pequeño tesoro una circulación de agua muy superior, ya que a pesar de encontrarla en estas condiciones nos impresiono mucho el tamaño y la belleza de sus formaciones. Comenzamos el ascenso disfrutando de las distintas vistas que nos ofrece esta entretenida cavidad de la que solo lamentamos que no sea de mayor tamaño y recorrido. Ya en el exterior y de regreso a los coches por el frondoso pinar, vamos comentando animadamente todo lo acontecido en la actividad. Coincidimos plenamente en que merece la pena el madrugón y los kilómetros recorridos para visitar este pequeño tesoro subterráneo.

PEDRO  HERRERO GARCÍA



1 comentario:

  1. Que maravilla. Gracias por respetar a los murciélagos. Hay muchas especies que habitan casi exclusivamente en cuevas.

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