domingo, 4 de marzo de 2018

EL AVENÇ ESTRET


    Estas navidades venimos a despedir el año como es tradicional en Val de Ebo. Esta vez cambiamos el evenc ample por una gran vertical vecina, el estret. Salimos solo cuatro compañeros, Luisen, Juande, Oscar y yo, pero con muchas ganas de pasar un gran día de espeleo y brindar en el fondo del avenc con cava como ya es tradición en el grupo. El avenc estret es uno de los grandes pozos de la provincia de Alicante, sus ciento cuarenta y dos metros de profundidad, así como su gran diámetro de quince por doce metros en la boca, le dan este título merecidamente.  

   La sima está muy cerca del avenc del mig, unos sesenta metros solamente y son de características muy similares. Saliendo de Ebo dirección a Pego, subimos entre curvas y vemos a la derecha un aparcamiento y mirador del magnifico barranco del infierno. Pasado este mirador vemos un camino a nuestra izquierda y un cartel que indica al refugio “la figuereta”. Lo seguimos y pasamos pronto por la valla de madera junto al camino que rodea el avenc el ample. Continuamos y en menos de un kilometro a nuestra izquierda vemos un pequeño rellano donde podemos aparcar dos coches, y desde el que sale la senda que, atravesando unos antiguos campos de labor abandonados, nos lleva a este impresionante pozo. Desde el aparcamiento ya vemos una gran encina que crece colgada de la pared y que nos servirá para no confundirnos con el cercano Mig.
   La boca tiene varias vías de descenso y elegimos una que nos dejara en una plataforma donde crece un gran árbol. Aprovechamos tres parabolt con placa para la cabecera y empezamos el descenso vertical hasta tocar tierra en la plataforma junto al árbol. Nos movemos con cuidado de no tirar piedras en este tramo cubierto de hojas y materiales del exterior que caen sobre la plataforma. 
  Dejamos por encima nuestro las paredes cubiertas de musgo y plantas con sus tonos verdosos y empezamos a adentrarnos en la oscuridad. Seguimos la vertical con algún fraccionamiento desviándonos a nuestra derecha en una gran colada donde hay que hacer un pequeño péndulo buscando otra plataforma a -60 metros donde nos reunimos todos. La vista de la luz procedente de la gran boca y el impresionante pozo que se abre bajo nuestros pies es realmente magnifica.
   Decidimos montar dos vías en la última gran vertical de 55 metros totalmente volados. Lo hacemos para ahorrar tiempo de espera en el ascenso, ya que así subiremos por parejas el gran volado. Pues la intención es comer en Ebo y ganaremos mucho tiempo haciéndolo de esa forma. 
   Desciende la rampa y los dos escalones de la plataforma Luisen, seguido por Juande con cuidado por las muchas piedras sueltas. En estos tramos siempre hay que extremar la precaución, hay piedras sueltas y compañeros por debajo. Al borde de la repisa montan las dos cuerdas y disfrutando de la espectacular bajada entre paredes con grandes concreciones, caemos en el centro de la sala. Una vez bajado el cono de derrubios estamos en la máxima profundidad de la sima, -142 metros.
   Las paredes están recubiertas de grandes coladas y concreción, también vemos algún tronco grande de madera procedente del exterior.
  Debido a la gran verticalidad del pozo, cualquier cosa que caiga dentro, acabara en el fondo de la sima. 
   Abrimos el cava y con las pelucas puestas cumplimos un año más con la tradición del grupo espeleológico de Monóvar, cerrar el año de actividades disfrazados y brindando en el fondo de este grandioso avenc. Una vez repuestas las fuerzas que necesitaremos para el ascenso, empezamos por parejas la subida del magnifico volado. Disfrutamos de las vistas en los descansos junto a nuestro compañero, cosa que rara vez podemos hacer. Nos damos cuenta una vez mas de lo insignificantes que somos ante esta gran obra de la naturaleza, que ha tardado cientos de años en tallar y dar sus caprichosas formas para que ahora disfrutemos de ella los amantes del mundo subterráneo. 
Esta sensación junto a unos magníficos compañeros hace que cada salida disfrute mucho mas de esta gran afición.Una vez fuera de la cavidad y a buena hora para comer, cumplimos con otra tradición que tenemos cuando venimos a la Val de Ebo, comer en el restaurante Capri. Su dueño siempre nos trata muy bien y además el menú es estupendo. Durante la comida, Juande nos sorprendió montando en un momento un magnifico video de la actividad de hoy. 
  Una vez mas pasamos un gran día en este paraíso de la espeleología que es La Val de Ebo. Esperamos volver muy pronto seguir disfrutando junto a nuestros compañeros del oscuro, húmedo, a veces estrecho y siempre agotador mundo subterráneo.

PEDRO HERRERO GARCIA.               

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