Este año por vacaciones la decisión ha sido clara, volver a Mallorca con la intención de explorar nuevas zonas que nos quedaron pendientes en la última concentración de RIC Balearik.
A sí que del 7 al 13 de Septiembre estuvimos en la isla fusionando nuestro interés por las actividades con nuestras vacaciones en familia y amigos.
Nuestra primera actividad tuvo lugar cerca de Porto Cristo, el Martes 8 nos dirigimos a adentrarnos en la cueva des Coloms, una cueva marina la cual permite realizar un rapel de 25m por los acantilados al mar y dirigirte al interior de la cavidad que al final y tras un paso semisifonado da lugar a una gran sala con formaciones increíbles e intactas a pesar de su fácil acceso, adentrándonos un poco más encontramos un gran lago de agua semidulce rodeado por formaciones que salen del suelo y del techo mientras realizas el recorrido circular por dentro de las aguas quedas asombrado por la gran cantidad de formaciones y espeleotemas presentas en cada rincón.
Antes de acceder a la entrada coincidimos con dos oscenses que pretendían realizar el mismo itinerario y con los cuales formamos grupo.
A la hora de salir Manolo y Luisen optaron por ir nadando hasta una pequeña cala que en un principio se veía cerca, yo y los dos chicos retomamos la cuerda en un marco incomparable de aguas turquesas. Actividad de gran interés, se recomienda tener conocimiento del mar , con mar picada acceso imposible.
Al día siguiente nos esperaba un gran de la isla, el barranco de Mortitx, desde nuestro punto de inicio, port de Soller más de una hora hasta el lugar de inicio, las bodegas de Mortitx, cerca de Pollença. Al llegar dejamos el coche en la entrada y nos disponemos a emprender el camino de aproximación. Casi todo el descenso es por el torrente de Mortitx pero solo su parte final es la deportiva, 1h 30min para llegar al primer rapel. Barranco con un caudal reducido muy encañonado en su parte final y con tesoros escondidos de gran belleza como su marmita final al mar. En poco más de 1h el descenso deportivo queda completado, y ahora a remontar por el margen derecho más de 200m de desnivel por pasos de escalada de poco dificultad y asegurados a cables de acero, las vistas inmejorables pero un sol de justicia y la falta de agua hicieron del retorno una agonía un tanto larga, las piedras del ascenso y de un lapiaz que daba la salida a campo llano afiladas como cuchillos, un resbalón y quedas despellejado, el retorno bordeando una loma hasta encontrar de nuevo el torrente, por zonas de matorral bajo muy denso que en ocasiones perdíamos de vista y plantas cuyas hoyas se dejaban sentir en nuestras piernas, total de la actividad 6h incluyendo el descanso a la sombra del único pino.
El resto de días los dedicamos al turismo por la zona, pudiendo visitar zonas de la isla encantadoras por esa fusión entre mar y montaña que hacen de esta zona un lugar único.
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