Al fin una concentración cerca de casa por ese motivo no tenemos
mucha prisa en salir, son las 21:30 y solo un milagro podría hacer que lloviera
lo que no ha llovido en siete meses para poder encontrar los barrancos a
rebosar.
Al llegar lo que hace 2 años atrás era un cenagal hoy es una
estepa polvorienta llena de vehículos y tiendas de campaña en las cuales solo
se escuchan conversaciones en un tono apropiado a las horas que son, pero aquí
estamos llegan los jabalís y con nosotros los restos de un jamón medio queso y
litros de bebidas espirituosas. Quien da más?
Por la mañana todas las caras me suenan y es que anoche entre lo tapados
que íbamos a causa del frío y la espiritualidad de los brebajes me cuesta
recordar. Una vez todos presentados por segunda vez tomamos dirección al
barranco de Oms en la vall de la Guard. Un barranco en el cual nos dividimos en
dos grupos y que se nos puso un poco por montera al final tras siete horas de
actividad, pero la compañía y la certeza que en la furgoneta había cerveza
fresca nos dio el ultimo empujón para afrontar las escaleras de subida desde el
cauce del río Girona.
Al terminar la actividad en un pequeño pueblo un bar hizo
que detuviéramos la marcha pues unas raciones calientes y un pan que aunque de
gasolinera la gente devoraba como si fuera el último pan de la última
gasolinera.
Por la noche todo se transforma hasta los barranqueros, hoy
es noche de Halloween y todos disfrazados entramos en la carpa que después de
más espiritualidad no tengo palabras para explicarlo: un Scoby doo de dos
metros, muerto vivientes al principio de la noche porque al final… la niña de
the ring con pozo y todo, unas calaveras que hablaban andaluz, una pequeña
monje que lo dio todo para ir al cielo, y llegó. Fran de la jungla y un palo,
un palo.
Sobre la cena y el posterior baile no entrare en detalles,
pero quien estuvo si se acuerda que hagan memoria jajaja.
Por la mañana un nomeroso grupo intentamos sacar de sus
casillas a Enrique y cuando estaba al punto reventar cabezas nos fuimos al
barranco de Fraimo. Barranco con grandes rapeles y encajonado en un circo bajo
la sierra se Aitana. La actividad fue mejor de lo esperado, fue rápida limpia y
sin testigos. Al terminar nos fuimos al bar Nou Serrella en Beniarres donde
Oscar el dueño y su madre Loli nos prepararon una comida muy merecida después
de la actividad acometida. En algún momento algo se fue de las manos, al grito
de más vino!!! La gente se subía en las sillas y reclamaba la presencia de Loli
para ser manteada. Por la noche todos empezaron a cobijarse en sus tiendas en
conversaciones productivas y descansando, pero un jabalí no puede tolerar tal
relax, en mitad de la zona de acampada una mesa una sartén y 40 longanizas
esperando ser hechas, mas mistela, vino y cerveza, cabezas empiezan a asomarse
por detrás de los coches y las tiendas y al final acabamos bajo las carpa más
espiritualizados que nunca.
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